Cronica Periodistica


11 de agosto
En la conferencia de la empresa BASF ocurrió un incidente a causa de un malestar estomacal
VERGÜENZA ANTE EL PUBLICO
TRAS HECHO INESPERADO
    Ayer por la mañana, en una conferencia en Wilde, de la empresa BASF ocurrió algo que ninguno de los presentes se hubiera esperado, algo de lo que todos se quisieran olvidar, algo totalmente sorpresivo. El dueño principal de la empresa, Bob Franklin, por intentar promocionar su producto llevo a cabo su ruina y perdió su dignidad.
  Todo comenzó cuando el hombre se presentó ante la multitud ansiosa por ver su nuevo producto, una bebida energizante que “supuestamente” renovaba las energías. A lo largo de la demostración de bienes y beneficios que tenía el producto, el hombre, que quería demostrar lo sabrosa que era, la probó con cara de satisfacción. El público, totalmente asombrado, también preguntó acerca de lo que contenía. Lo que la gente no sabía era el mal que causaría esa bebida tan atractiva a los ojos de los demás.
-HORA DE LA VERDAD
Después de haber probado la riquísima y placentera bebida, el hombre comenzó a sentirse mal, tenía dolor de estómago. A pesar de todo, siguió respondiendo preguntas. En un momento, una señora mayor notó la palidez en el rostro de Bob, entonces acudió a levantar su mano y preguntar si se sentía bien, si el producto no era tóxico. Al escuchar la pregunta de la señora, él decidió disimular su sufrimiento y contestar que no había nada malo en el producto.
Era tanto el dolor que estaba pasando, necesitaba liberarse, pero no era el momento. Era como un alma en pena, que a veces sopla, que a veces truena. No podía sopórtalo más, comenzó a sudar y a respirar más fuerte, un movimiento y el gas atrapado pudía llegar a salir a luz. Entonces, se concentró en terminar la conferencia lo antes posible, pero la gente seguía preguntando y todo estaba siendo emitido en vivo por televisión. Se le pasaron por la cabeza las variantes de reacciones que la gente podría llegar a tener, pero era una lucha que debía ganar.
Al pasar los minutos, se le hizo un infierno, sentía que era el fin, el fin de su carrera, de su vida. Llegó un momento en el que ya no tenía control, el león quería salir, e iba a rugir fuerte. De un momento a otro, no supo que hacer, la desesperación lo consumía. Era el perfecto “tragame tierra”. Pero la flatulencia estaba ahí,los fuertes vientos de su interior salieron. Sonó un estruendo magnifico que se podía escuchar hasta fuera del lugar y el alivio del pobre hombre se transformó en vergüenza y pena. La gente primero que todo comenzó a reírse y a mirarse descascaradamente. El hombre se puso colorado; pero, al fin de cuentas era hora de terminar la juntada.
Después de esto, el hombre se disculpó con el publico y decidió retirar su producto del mercado, ya que no causaba buenos resultados. A pesar de las gotas de sudor derramadas y todo lo que pensó en esos minutos, el hombre se terminó dando cuenta que a cualquiera le pudo haber pasado.
Aquí podemos ver como Bob Franklin dio la conferencia en Wilde y el publico observaba con atención.

Comentarios

  1. Muy bien, Maru, pero colocá los acentos aunque sea en los títulos: crónica, periodística, público. Además, en nuestro idioma, solo la primera palabra del título va con mayúscula.

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