Cuento de Terror
La cabaña del misterio
Había una vez unos
mellizos llamados Valentín y Martin. Martin era un niño de 12 años muy asustadizo,
responsable con sus tareas y todo lo contrario a Valentín. Valentín era rebelde,
valiente y curioso.
Un día fueron a la casa del
abuelo. Ellos Vivian en un orfanato ya que los padres habían desaparecido. La
cabaña del abuelo se encontraba muy lejos de la ciudad, la llamaban “La cabaña
del misterio”. Era una cabaña terrorífica a la cual se negaban a entrar, tenía
telarañas y maderas desgastadas. El abuelo no tenía un aspecto amistoso…
Una noche los niños se
despertaron y vieron a su abuelo pasar por un pasadizo secreto. Los niños lo
persiguieron y vieron un cofre con una carta dentro. Al alzar la mirada
lograron ver que…. Él no era el abuelo, ¡ERA UN FANTASMA! Los niños se quedaron
paralizados y corrieron a mas no poder, no lograron alcanzar a leer la carta.
Se quedaron con tanta curiosidad que no resistieron a bajar de nuevo al sótano
y ver qué era lo que decía la carta. Poco a poco fueron al sótano, con pasos
tan silenciosos, imposibles de escuchar. Al bajar las escaleras se sintieron
atemorizados por los susurros del espíritu. Agarraron la carta lo más rápido posible
y se encerraron en su habitación. Al leer la carta vieron que la había escrito
el abuelo, y vieron que decía lo siguiente:
- Hola, soy Edgar Smith y les vengo a
contar que últimamente han estado sucediendo hechos sobrenaturales y tengo la
sospecha de que hay un espíritu en esta casa. Ya no sé qué hacer, si eres un
Smith y te encuentras en esta casa estas en graves peligros. Este fantasma se
ha querido vengar de toda la familia Smith y no sabemos porque…
C
O R R E -
De
repente una voz escalofriante les llamo la atención
– Niños... – dijo el fantasma
– ¿Abuelo, eres tú? – dijo Martin con voz temerosa
– Claro que lo soy, no estarán desconfiando
de mi?! – maniáticamente
– Bueno, si eres nuestro abuelo, ¿cuándo
es nuestra fecha de cumpleaños? – cuestiono Valentín
– Emmm, de acuerdo, ¡NO SOY EL!, no soy su
abuelo, de hecho, yo lo maté!, igual que a sus padres… –
– ¿QUE?!, has matado a nuestros
padres y a nuestro abuelo??!!! – dijo Valentín
– Sí, lo hice, y a ustedes los he
estado esperando es esta cabaña por años, para seguir con la tradición… –
– ¿Qué tradición? – pregunto Martin
El fantasma agarro un hacha y de un
parpadeo a otro los mató... En el día de hoy los niños siguen en el sótano con
los ojos abiertos y cara exhausta. El fantasma se sigue haciendo pasar por el
abuelo, lo que no se sabe es por qué se vengó de la familia Smith. Eso nunca lo
sabremos.
Muy bien!
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